jueves, 8 de enero de 2015

"¡Quieto todo el mundo!"

Así recibió Antonio Tejero a todos los asistentes que se encontraban en el Congreso de los Diputados un 23 de febrero de 1981. Tal día, fueron desencadenadas las distintitas tramas golpistas que estaban formadas desde el inicio de la Transición coordinadamente.
Fue al rededor de las 6 de la tarde cuando comenzó la votación norminal para la investidura de Calvo-Sotelo como Presidente del Gobierno. Tan sólo pasaron 22 minutos cuándo el militar Antonio Tejero y sus secuaces asaltaron el Congreso con el propósito de poner en marcha la operación "Duque de Ahumada". 
De forma fallida el teniente general Gutiérrez Mellado, el actual vicepresidente de aquel gobierno, que le entragase el arma y que se pusiese firme. Y digo de forma fallida porque el general Tejero se lo quitó de encima con una ráfaga de disparos que pese a no inmutar al anciano general tumbó a todos los asistentes por el miedo. Suárez incluso hizo ademán de ayudar a Gutiérrez Mellado.
Con la toma del Hemiciclo y el secuestro de los poderes ejecutivo y legislativo, se intentaba conseguir el llamado "vacío de poder", sobre el cual se pretendía generar un nuevo poder político. Más tarde, cinco de los diputados fueron separados del resto. Fue sobre las 8 de la tarde cuando Tejero sacó del hemiciclo a Suárez, Gutiérrez Mellado, Rodríguez Sahagún, Felipe González, Alfonso Guerra y Santiago Carrillo donde esperaron aterrorizados por sus vidas. A Suárez lo separaron a parte, custodiado por tres guardias civiles, a los que astutamente intentó hacerles ver que su plan tenía las horas contadas. En un momento dado, Tejero le encañonó el pecho. Suárez dio un paso adelante y, mirándole a los ojos, le espetó: «¡Cuádrese!». Tejero, tras unos tensos instantes, bajó el arma.


23-F: Adolfo Suárez, a pecho descubierto contra Tejero
 El 23-F fue el momento álgido de este choque, el último acto -irresistiblemente real- de la Transición. El Rey ordenó y Suárez se salió con la suya.

Este diálogo ilustra el inevitable choque entre poder civil y poder militar: «Te recuerdo, presidente, que en este país ha habido más de un golpe de Estado». «Y yo a ti te recuerdo, general, que en España sigue existiendo la pena de muerte».



Otros datos de interés que hicieron posible toda la difusión que tuvieron estos acontencimientos:
-Aquella noche siempre será recordada como "la noche de los transistores", debido a que la Cadena SER continuó emitiendo y una buena parte de los españoles se pasó pegada a la radio siguiendo los acontecimients.
-Fue Pedro Franciosco Martín, operador de Televisión Española, el que grabó más de media hora del momento, aportando al mundo un documento audiovisual de valor
-Quedadas para la conmemoración del 30º aniversario del fracaso del golpe de Estado del 23 de febrero, en el año 2011, con todos los que estuvieron presentes en esa sala. incalculable sobre la tentativa de Golpe de Estado.

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